hikari192

This is an entry for Dengeki Daisy Intergroup Contest. Where I have to write something about an image... this is the one I'm gonna talk about ~ fav.me/d5h599o


Sun goes up, the big blue appears, the white shadows start to dance in the sky at the lullaby rhythm, a boy watch them in their eternal ritual. A smile in his face, thinking than everything is possible, forgetting about his problem, he close his eyes and starts to let him go with the gentle breeze while it stroke his cheeks. Everything is possible, every dream can become true. Swiming in the swing, he open his eyes, look again to the sky watching how now the clouds are far away from here, becoming smaller... going to their future. Now, he looks to the horizon standing the look for a few seconds, then he stand up and start to run with the wind by his side, chasing his future.


P.D: I hope it's ok, it's my first time writing a story in english on the internet, I hope it don't have to many mistakes ... ^^'

Hey guys!! School start on thursday and i won't be able to paint something till christmas. Probably I'll paint something random but I'm not sure if I'll do it, because I make videos too...
So please wait me till christmas

I just want to comunicate you that I love you all


Sorry for the Spam but I'm really bored

Hello my dears ! Time ago without be here, on Deviantart ^-^ But I'm now in holidays yeaah -clap clap- without lessons, roles to fill, etc. So I'll edit more and I'll improve my drawings *w* cause I know they are really .... -3-




           And I decided to edit again backgrounds for youtube, I had lost my inspiration with the new template but I think I can try it again ~

Yamamoto se encontraba tumbado en la cama mirando al cielo inerte de su habitación con ojos sin vida aparente en ellos, los discos una vez desperdigados en su habitación, se encontraban perfectamente colocados en su lugar sin dejar visible el menor rastro de la previa escena que había tenido lugar allí, dentro de esa hapitación sólo yacía el silencio. Proveniente de la sala de la planta baja, se podía percibir el sonido del cuchillo del viejo cocinero cortando pescado para un pedido.
Ha pasado una semana desde aquel día... Gokudera no me a dirigido la palabra desde entonces y me evita constantemente, cada vez que intento hablar con él hace como si no hubiera pasado nada, me evita y vuelve con Tsuna. No he sido capaz de disculparme aún, no tengo oportunidad, creo que...lo he perdido, ya no hay esperanza para mi. No tendría que haber actuado de esa forma tan infantil, ahora me he quedado en un callejón sin salida. Después de todo soy un caso perdido supongo, lo único que puedo esperar a que pase un milagro, un milagro que aún no llega. Me gustaría gritar en mi desahogo, pero mi voz no quiere salir. He echo algo imperdonable, soy una mala persona, un fraude, un desgraciado... ¿Qué pensará el de mi? Lo más seguro es que mínimamente piense que soy un pervertido, solo me queda esperar y desear que no me odie.
Mi padre entró en la habitación en ese momento, me miró, dió un sondeo en busqueda de alguna escusa y empezó a hablar:
-Takeshi, ultimamente te veo algo desanimado... ¿Te ha ocurrido algo?
-Algo así, pero no te preocupes, lo solucionaré.- Respondí con una leve sonrisa
- Eso espero, no te olvides que tienes a tu viejo aqui para lo que quieras, ¡y siempre te podré dar todos los consejos que me pidas!-Exclamó energicamente saliendo por la puerta de la habitación dejandola en completo silencio.
-No te preocupes viejo, los solucionaré- Dije solemne
Ha pasado a una semana desde lo ocurrido con ese idiota del basebol, no me he atrevidoa mirarle a la cara, y eso me da mucha rabia, para empezar ¡Cómo se atrevió a hacerme ese tipo de cosas!, es imperdonable, no te pienso perdonar el la vida, estúpido descerebrado del basebol.
La verdad es que tengo algo de miedo de encontrarmelo, nose como enfrentarlo, y que pretende que le diga, no puedo quedar como si nada después de lo ocurrido, además, el Décimo piensa en el como un gran amigo, si ve que hay una gran tensión entre nosotros cada vez que nos encontremos se preocupara. <Tsuna no está aqui en este momento, el que esta soy yo> El dijo eso... por que se molesto tanto por el Décimo, ni que estuviera ce...-Abrí los ojos de par en par- No puede ser, ¡eso es imposible! los dos somos hombres además a mi sólo me interesa seguir al décimo <Tsuna no esta aqui ahora> Tampoco es que el Décimo me interese en ese aspecto, pienso en él como alguien a seguir porque es una persona admirable, si ese idiota del basebol no puede entenderlo me da la razón cuando lo llamo descerebrado. Pero...aun así porque me siento tan molesto, no es normal, ese idiota me tuvo que hacer algo raro el otro día, no es normal que este pensando de esta forma. A partir de ahora me centraré solo en el Décimo, asi no tendré que volver a pensar en cosas extrañas, pero aunque lo diga... no tengo ganas de ir a clase mañana.
Recién toca la campana avisando del comienzo de las clases pero yo aun me encuentro fuera, tampoco tengo prisa por llegar. Para hacer tiempo me compré una lata de refresco de una marca nueva que salió hace poco, le doy los primeros sorbos, pensando en que hacer durante el resto de la mañana, supongo que tendré que ir a clase si no quiero que el Décimo se preocupe por mi, no me hace gracia pero tendré que aguantar... Di el último sorbo a la lata y la tire en una papelera continua a la puerta principal del instituto, luego me dispuse a entrar a clase.
Llevabamos media hora de clase y Gokudera no se había presentado aún a clase, me había prometido hablar con el y solucionar las cosas, pero su ausencia empezaba a romper mis esperanzas otra vez. Derepente, la puerta del aula se abrió llamando la atencion de la clase, en ella apareció Gokudera, con su cara molesta de costumbre, que sin prestar atención a las quejas del profesor se sentó en su pupitre con las piernas alzadas sobre la mesa y cerró los ojos en un intento de quedarse dormido. Mis esperanzas volvieron.
La hora pasó rápido y pronto fue el descanso para comer, mi oportunidad para hablar cara a cara con Gokudera.
- Esto...Gokudera, ¿Podría hablar contigo un momento?
-Yamamoto-san.-me giré y encontré a una chica, que no recordaba conocer, igualmente sonreí- ¿Podría hablar contigo un momento? Es...importante
-Claro, él estará encantado de hablar contigo-respondió Gokudera de forma inmediata acabando por romper las ilusiones que me había creado el día anterior, apto seguido, se alejó de mi hablando a grandes voces con Tsuna.
Me fuí con la chica hasta el tejado por petición de ella, ya que quería la mayor intimidad posible
-Esto...Yamamoto-san...a mi...tu...¡me gustas!-Dijo con gran esfuerzo después de una sesión de titubeos.
-Lo siento, te agradesco tus sentimientos pero...no puedo aceptarlos.
Obligué a Yamamoto a encontrarse con esa chica, pero ahora esta situación me esta molestando demasiado...Da igual, de todos modos el puede hacer lo que le de la gana, salir con todas las chicas que le de la gana...y también...
- ¿Gokudera?- me llamó Tsuna con cara de preocupación, a quién había estado acompañando en el descanso.- Te noto algo extraño.¿Estas bien?
Hize preocupar al Décimo, todo por culpa de ese idiota del basebol, si no hubiera actuado de esa forma ahora no me encontraría de esta forma...¡joder!
-Décimo, perdoname, pero tengo algo que hacer.- Me levanté de mi pupitre en el que había estado comiendo con el Décimo y salí del aula.-Disculpa, Sabes dónde esta Yamamoto- pregunté.
-Ah si, lo ví irse endirección al tejado con una chica.- Respondió el chico que estaba en el pasillo añadiendo sierto enfasis a las palabras finales.
Me dirigí hacia el tejado corriendo en un impulso por llegar a tiempo y detener lo que estaba apunto de ocurrir.
-¡Me gustas!- se oyó decir a una voz femenina detrás de la puerta de acceso al tejado.
Me propuse el abrir la puerta, pero me quedé paralizado. ¿Qué iba a decir? ¿ Cuál sería la explicación por la que quiero detener esa confesión? No lo entiendo, ¿Por qué me molesta tanto?
-Lo siento, te agradesco tus sentimientos pero...no puedo aceptarlos.-Respondió Yamamoto ante la reciente declaración.
-¿Puedo saber el porqué?.- Pregunto desesperada sin querer rendirse- Es que ¿Ya hay alguién en tu corazón?
- ...Eso creo. Esa persona, me parece increíblemente linda, se enfada fácilmente, va dandose aires y es raro que preste atención a lo que le digas, pero aun así yo...he caído completamente por esa persona.
  Tras esas palabras, tan solo pude derrumbarme en la puerta, atónito a lo que acababa de oír, mi mente se quedo en blanco y mis dudas se despejaron, como si una ráfaga de viento se las hubiera llevado dejandome ver la luz de nuevo.
-Lo entiendo... esa persona, es muy afortunada de tenerte.- Respondió la voz femenina, la cuál abrio la puerta y se fue con una ligera sonrisa de satisfacción después del inminete rechazo, tan afectada que ni siquiera se percató de mi presencia.
Yamamoto salió después de unos minutos tras la misma puerta en la que yo me hayaba sentado contra la pared.
-Yamamoto...- alcanzé a decir
Este giró la cabeza buscando encontrar su mirada con la mía.
- Nose si esto es amor... pero... me gustaría intentarlo
Los ojos de Yamamoto antes sin vida, con un cólor opaco y monótono volvieron a brillar con lágrimas de felicidad, su amplia sonrisa volvió a aparecer en su cara y su piel volvió a un color suave y claro devolviendole a su cara ese toqué aniñado que solía tener su expresión y me respondió en un abrazó calido con el que rodeo todo mi cuerpo con un <Gracias>

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